Mi bomba de calor "pierde agua".
La bomba de calor de tu piscina pierde agua, ¿te preguntas si se trata de una fuga? En muchos casos, esta pérdida de agua se debe a la condensación. Hablamos entonces de condensados.
Los condensados son un fenómeno físico natural, causados por el enfriamiento repentino del aire sobre una superficie fría. Al entrar en contacto con esta superficie fría, el agua contenida en el aire, en forma de vapor, cambia de estado y pasa de vapor a líquido.
Podemos observar este fenómeno cuando sacamos una botella de la nevera en pleno verano. Al entrar en contacto con el aire del ambiente, la botella se cubre de numerosas gotitas de agua que terminan dejando un rastro de agua sobre la mesa.
En el caso de la bomba de calor de tu piscina, en modo calefacción, la superficie fría es el intercambiador de aletas.
Cuando están en marcha el ventilador y el compresor, el aire caliente es aspirado y enfriado al entrar en contacto con este intercambiador, lo que permite la recuperación de calorías contenidas en el aire. Este intercambio provoca así la inevitable condensación del agua contenida en dicho aire.
Cabe señalar que cuanto más caliente esté el aire ambiente, más agua puede contener:
- 1kg de aire a - 9° y 70% de humedad contendrá 1,5 g de agua.
- 1 kg de aire a + 15° y 70% de humedad contendrá 7,5 g de agua.
- 1Kg de aire a + 30° y 70% de humedad contendrá 19,5 g de agua.
Por consiguiente, cuanto más calor haga en el exterior, más condensados generará tu bomba de calor.
En ocasiones, especialmente en invierno, el fenómeno físico de condensación hará que este vapor de agua pase al estado sólido (cristalización), y como resultado se formará escarcha en el intercambiador de aletas.
Así, los condensados son una señal de que la bomba de calor funciona correctamente.
Es totalmente posible redirigirlos utilizando un tubo de evacuación, se considera que son agua pura y no tóxicos, así que se pueden evacuar en la tierra.